miércoles, 30 de mayo de 2012

Relato del horror y amenazas a los testigos

En el primer juicio por violaciones a los derechos humanos que se realiza en Santiago del Estero, la ex detenida contó cómo fue secuestrada en 1975, luego violada y torturada. Señaló a Musa Azar y otros policías como responsables.

La última testigo del primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Santiago del Estero denunció que el ex jefe de Inteligencia provincial durante el gobierno de Carlos Juárez, Antonio Musa Azar, junto a otros hombres que fueron efectivos de esa fuerza en aquella época, la detuvo en enero de 1975, la mantuvo cautiva en la Dirección de Informaciones Provinciales (DIP) y la torturó: “Perdí un embarazo de tres meses y fui violada tras sufrir un desvanecimiento durante una sesión de torturas en un sótano de la Dirección de Informaciones Provinciales (DIP), más conocida como SIDE”, contó ayer en una nueva audiencia del juicio, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santiago del Estero.

Cristina Torres es una ex presa política y hoy preside, en la provincia, la Asociación por la Verdad, la Memoria y la Justicia. Su relato se centró en lo que vivió desde más de un año antes del comienzo de la última dictadura, en el marco de la causa que juzga a diez represores (nueve policías y un militar) por 44 casos que incluyen los delitos de homicidio calificado, torturas y privación ilegítima de la libertad.

Durante su declaración, Torres contó que tenía 22 años y estudiaba Sociología cuando, en enero de 1975, durante el gobierno constitucional de Carlos Juárez en la provincia, fue detenida por un grupo de policías integrado por Musa Azar, Tomás Garbi, Roberto Díaz –que se encuentra prófugo– y Leopoldo Sanchezal, todos imputados en el juicio, y trasladada a la DIP, conocida como “la SIDE santiagueña”.

“Apenas llegué a la DIP, comenzaron las torturas, me introducían la cabeza en una pileta con agua de un baño, además de tirarme de los cabellos, los pezones. A causa de ello, perdí mi embarazo, que era el primero y muy deseado por la pareja”, dijo. También mencionó que le aplicaron picana eléctrica en la boca, los oídos y los pechos y que la quemaron con cigarrillos en diversas partes del cuerpo.

Durante su cautiverio, Torres dijo que pudo reconocer a los estudiantes universitarios Cecilio Kamenetzky y Mario Giribaldi, ambos desaparecidos, quienes “se encontraban en un estado deplorable por las torturas”. “Una noche, Giribaldi, como anunciando su final, me pidió que, si salía viva, buscara a su pequeña hija y le dijera que la quería mucho y que le pedía perdón por lo que iba a pasar”, recordó Torres entre lágrimas.

Tras un breve paso por la Escuela de Policía y una incomunicación de veinte días, Torres recordó que en la cárcel de mujeres fue interrogada por el entonces juez Santiago Grand. “Ese juez me interrogó en presencia de mis torturadores, Musa Azar y Ramiro López, obligándome a firmar que estaba presente mi abogado defensor, cuando en realidad no lo dejaron ingresar.”

Ahora de 59 años, la mujer denunció que en esa cárcel fue “manoseada por el entonces ministro de Gobierno, Robín Zaiek, que con frecuencia hacía sacar a chicas adolescentes detenidas por contravenciones para participar de fiestas privadas”. También detalló los permanentes castigos y malos tratos a los que fueron sometidas en la cárcel de mujeres por guardiacárceles, entre las que mencionó a Marta Villalba, Marta Castillo y Marta Cejas, esta última ex mujer del represor Musa Azar.

Torres mencionó en su testimonio a la monja Ana María Betani como una persona que visitaba a las detenidas y “mantenía informados” a sus familiares a costa de vejaciones, como cuando “fue desnudada y tocada”. “Todo lo contrario fue el cura (Carlos) Marozzi, capellán del Ejército, que únicamente nos visitaba para decirnos que teníamos que decir qué actividades realizaban nuestros compañeros”, añadió.

Ayer también declaró Ana Giribaldi, hija del estudiante desaparecido, y pidió que los represores de la provincia “rompan el paco de silencio”.

Las amenazas a testigos

El juez federal de Santiago del Estero, Guillermo Molinari, identificó a través de fotos a tres personas que amenazaron a testigos del juicio por delitos de lesa humanidad. Mediante un oficio enviado a la presidenta del Tribunal, Graciela Fernández Vecino, el juez envió las fotos de los agresores, cuyas identidades no fueron reveladas. Las personas que profirieron amenazas aparecen en las tomas con acreditaciones que oportunamente fueron otorgadas por las autoridades judiciales. En la misma audiencia se dispuso que se arbitren medidas de seguridad para prohibir su ingreso a las audiencias.

jueves, 24 de mayo de 2012

Las víctimas testimonian con dignidad, los represores se "desmayan"

La tortura es duradera y definitiva", contó una ex presa política santiagueña
Gladys Lois fue secuestrada por Musa Azar durante el gobierno de Carlos Juárez, antes del golpe de 1976. Una tucumana desaparecida.

"El monstruo mayor es Musa Azar", djo el hijo de un abogado santiagueño desaparecido

La ex presa política Gladys Lois calificó de "duradera y definitiva" a la tortura que sufrió durante gobierno constitucional del ex gobernador Carlos Juárez, antes del golpe militar de 1976.

"La tortura recibida es duradera y definitiva. Me detuvieron 18 días antes de nacer en cautiverio mi hijo, Gustavo, que hoy es un excelente abogado y persona", dijo Lois al declarar en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Santiago del Estero.

La docente universitaria recordó que fue apresada por Musa Azar y los militares Carrasco y Balecich, y que durante su detención fue visitada por los funcionarios judiciales Luis Eduardo López, actual camarista de la justicia federal, y Santiago Olmedo, que integró el tribunal en el caso María Soledad Morales, en Catamarca.

"Querían canjear la libertad a costa de sometimiento, en mi caso que desmintiera una solicitada con críticas al gobierno durante las inundaciones y en otra, para que mi familia, que eran todos radicales, hicieran campaña para el gobernador Juárez", añadió.

En otro pasaje de su testimonio, Lois recordó que tras el nacimiento de su hijo en cautiverio fue visitada por "el sacerdote Marozzi para decirme que podía tenerlo seis años a mi hijo en la cárcel y al día siguiente que se había equivocado y que en realidad eran seis meses”.

"Nuestra vida no valía nada y en ese contexto estaba el cura Marozzi", agregó, al referirse a las periódicas visitas del religioso cuando se encontraba detenida en la cárcel junto a Cristina Torres, Mary Acosta, Sara Ponce, Carmen Morales, Susana Habra, Graciela Ninich, Inés Fornés, Mercedes Yocca, María Eugenia Ruiz Tabeada y otras adolescentes.

Sobre los tormentos sufridos, Lois sostuvo que la tortura "busca silenciar y hacernos callar". Durante varios días permaneció con su hijo en una pequeña celda, que se cerraba a las 7 de la mañana y se abría a la 7 de la tarde.

Una profesora de Filosofía tucumana
En la misma audiencia, que se interrumpió algunos minutos para que un equipo de emergencia atienda a los represores Juan Bustamante y Tomás Garbi por picos de prisión, también prestaron declaración las hermanas de Ana Mrad de Medina, que desapareció el 21 de noviembre de 1975.

En sus testimonios, Alba y Rosa Mrad, recordaron que la profesora de Filosofía, oriunda de la localidad tucumana de Simoca, fue detenida en inmediaciones de la capital santiagueña, junto a la abogada Graciela Lescano. En su relato, las mujeres hicieron referencia a que su padre "tuvo que pagar a funcionarios de la Justicia Federal de Tucumán montos similares a 10.000 pesos para tener información de nuestra hermana".

"La abogada Lescano nos contó que tras ser detenida en la calle, fue trasladada al Batallón de Ingenieros de Combate 141 y de ahí a Santo Domingo, en el que fue torturada", recordaron. Para finalizar, indicaron que "tras los apremios, Ana, que era intelectual y amaba a los pobres, fue trasladada al Hospital Regional y estimamos que allí murió por las torturas"

martes, 22 de mayo de 2012

Conmovedora historia de amor de pareja que sobrevivió al horror

TESTIMONIOS. Ponce y Cavallín se exiliaron en EE.UU, huyendo de la represión y donde contrajeron matrimonio y formaron su familia.

Sara Alicia Ponce y Miguel Angel Cavallín tienen una historia de amor que lleva ya casi 40 años y que pudo sobreponerse al horror de la represión que sufrieron ambos por ser seres pensantes y tener inquietudes políticas y sociales, en una época dura.

Ambos fueron detenidos, acusados falsamente de militar en la guerrilla (ella) y en un partido de izquierda (él), el 11 de junio del 75. Ese día, por la mañana, Cavallín fue informado por la familia de su entonces novia -con quien planeaba casarse en agosto de ese año- que ella había sido secuestrada por gente de la DIP. Desesperado, buscó información para dar con ella. A la tarde, él fue detenido por la misma gente y llevado al DIP donde estaba su novia.

En medio del encierro y la locura del terror, él tuvo una dramática visión, cuando observó a su novia en el patio del DIP, amenazada por un policía que le apoyaba una pistola en la cabeza. Ya en prisión los dos, se intercambiaban cartas de amor cifradas, incluso con poemas, a través de sus madres. Cuando fueron liberados, en abril del 80, coincidió que ambos fueran exiliados en la misma ciudad de Estados Unidos, Oklahoma donde construyeron su familia.
 

Repudian la actitud de un imputado

Víctimas denuncian que Azar Curi "armaba las causas" y luego los torturaba en el DIP
El abogado querellante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Héctor Carabajal, repudió la actitud del ex policía Juan Bustamante, imputado en la Megacausa, por haber intentado un careo o realizar preguntas a través de su abogado a una de las víctimas.
Carabajal expresó  que “no se puede poner al testigo víctima en situación de revictimización o de revivir un trauma en el sentido de que aquel que lo torturó y violó su dignidad, aquel que cometió los crímenes más atroces contra la víctima, tenga la oportunidad de preguntarle directamente o a través de su abogado en un careo; esto ha sido rechazado en todos los tribunales del país”.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos, dijo Carabajal: “Siempre nos vamos a oponer a los careos en el sentido de que ‘es imposible en estos casos particulares de juicios de lesa humanidad, en los cuales la principal prueba por la particularidad con que fue llevada la represión, son los testigos víctimas”.

Testigos revelaron en sus declaraciones que el represor y sus colaboradores se encargaban de armar los escritos en los que los detenidos reconocían delitos de subversión.
ACUSACIÓN. Ponce contó que en su caso, Azar Curi le imputaba que era jefa de una célula guerrillera a pesar de que la joven reiteraba su inocencia.

 Gimena: "Las víctimas declaraban frente a la persona que torturaba"
Publicado el 16/05/2012 - Sobrevivientes del terrorismo de Estado denunciaron que Musa Azar Curi “armaba las causas” y que luego los torturaba en el Departamento de Informaciones Policiales para que firmen los escritos que preparaba él junto con sus colaboradores, reconociendo delitos de subversión.
Así lo señalaron en sus testimonios Sara Alicia Ponce y Miguel Cavallín, quienes fueron secuestrados en su juventud por los hombres a cargo de Azar Curi, en junio del 75 y que luego se exiliaron en EE.UU., a fines de los 80, huyendo de la represión y donde contrajeron matrimonio y formaron su familia.
Sus testimonios abrieron la cuarta jornada del juicio de la Megacausa de Derechos Humanos, en el que se busca develar 44 casos de secuestros, torturas y homicidios seguidos de desaparición, cometidos antes y después de la dictadura en la provincia.
Ponce contó que en su caso, Azar Curi le imputaba que era jefa de una célula guerrillera a pesar de que ella reiteraba su inocencia en cada oportunidad que tuvo de declarar.
Al relatar su calvario a manos de los represores, dijo que durante su cautiverio en Santiago, pasó por el DIP, donde estuvo horas a oscuras y mirando una pared, y que luego el fallecido policía Noli García, la tuvo 5 horas apuntándole la cabeza con una pistola, bajo la amenaza de que “si me dormía me mataba”. Contó que tras pasar por la Cárcel de Mujeres, fue trasladada al Penal de Devoto, desde donde fue liberada en el año 80 tras ser condenada por actividades subversivas.
Como particularidades, contó que en el DIP estaba custodiada por un perro, que ante cualquier movimiento gruñía y amenazaba con atacarla. “Estados Unidos fue condenado por custodiar a presos iraquíes con perros, se ve que Musa estaba adelantadísimo en los métodos de tortura”, dijo Ponce. Además recordó que Marta Cejas, a quien se la señalaba como pareja del represor, era la encargada de manejar a las presas políticas en la Cárcel de Mujeres.
Ponce y Cavallín recalcaron que las causas armadas, luego eran avaladas ilegalmente por los funcionarios judiciales federales de aquel entonces. “Ya estábamos condenados desde el día en que nos iban a buscar”, sostuvo Ponce.
 
Estremecedor
Durante la tarde, los testimonios más estremecedores estuvieron a cargo de Walter Bellido y Margarita Urtubey, a los que se sumaron los de la profesora de la Unse y la UBA, Inés Izaguirre; el ex policía, Miguel González y Hebe Juárez de Urtubuey, quien tuvo a su marido y su hija secuestrados.
En su relato, Margarita Urtubey brindó detalles de los nueve meses en los que estuvo presa con datos escalofriantes. En ese marco, reveló que la hermana religiosa Aldina (recientemente fallecida) “tuvo que sufrir humillaciones y vejámenes” cuando iba a visitarla a la cárcel por parte de Hugo Badessich, quien se desempeñaba al frente del Servicio Penitenciario.
Los dichos fueron confirmados por su madre, Juárez de Urtubey, quien expresó que la religiosa “soportó todas esas humillaciones porque era la única persona que podía conseguir saber cómo estaban nuestras hijas”.
 
Por su parte, el doctor Walter Bellido narró las circunstancias en las que fue detenido en tres oportunidades por parte de personal del DIP. Durante su paso por el centro clandestino de detención, contó que lo que más lo impresionó fue “el estado lamentable de Mario Giribaldi (actualmente desaparecido), no coordinaba, estaba mal física y psíquicamente”.

domingo, 20 de mayo de 2012

El Dr. Luis Santucho relató su visión sobre algunos testimonios de las víctimas

“Los relatos del juicio forman parte de nuestra memoria histórica”

El abogado valoró la valentía del relato de los testigos en el juicio.
En el marco de la “Megacausa”, que dio comienzo días atrás, en busca de encontrar a los responsables de los crímenes de lesa humanidad que cometió el terrorismo de Estado, incluso antes del golpe del 24 de marzo de 1976, el Dr. Luis Horacio Santucho manifestó que “los santiagueños estamos asistiendo a un juicio histórico y a un relato del horror”.
Ante la crudeza de los testimonios hasta aquí escuchados, el abogado dijo sentirse identificado desde lo afectivo con muchos de los testimonios de los compañeros que están brindando su argumento de los maltratos que vivieron”, expresó.

 Conocer la verdad
El abogado recordó el día en que se presentó Blanca López de Saracco, como algo muy fuerte durante el juicio.
“Ella, en cierta manera, estaba representando a todos los padres y madres que hoy no pueden estar presentes”, consideró sobre su declaración ante la Justicia, como así también rememoró el relato de una testigo que contó detalles del abuso sexual que había sufrido.
“Seguramente, esta persona es la primera vez que lo pudo decir, más allá de las personas de confianza que conocieron su calvario”, resaltó impactado por la fuerza de los testimonios.
Santucho reconoció que el juicio será importante para que nuestra sociedad entienda lo que pasó, por lo que consideró que “el relato de algunos compañeros muestra la cara de la discriminación que han sufrido cuando en aquellos años la sociedad santiagueña se mantenía cómplice”.
Santucho dijo, además, que por muchos motivos en la época del juarismo tuvo que escuchar algunos de los testimonios que pudo oír durante el juicio y cuando estuvo al frente de la Oficina Antiimpunidad en la provincia, con la presentación de carpetas con casos que sirvieron de base a la intervención federal.
“De alguna manera hay que reconocer que los relatos que estamos escuchando en el juicio forman parte de nuestra memoria histórica”, destacó el abogado, como algo necesario a salir a la luz.

Sostuvo también que como ocurrió en muchos juicios por delitos de lesa humanidad, “son muchos los testigos que después de dar su testimonio, comienzan luego a recordar más cosas que estaban guardadas en el inconsciente”, resaltó como uno de los detalles que también se presentaron en algunos testigos de la “Megacausa”.

Un estremecedor relato

Ex presa dijo que fue abusada por represor
Sucedió cuando tenía 17 años de edad. Delante del Tribunal lo llamó “repugnante”.

“Ser opositor a Juárez era como ser subversivo”

El estremecedor y conmovedor relato de una mujer que contó, después de 36 años, que fue brutalmente abusada sexualmente por uno de los imputados provocó impacto en los integrantes del Tribunal Oral Federal y el resto de los presentes en el salón donde se desarrolla el juicio por delitos de lesa humanidad ocurridos en Santiago del Estero.

Alcira Chávez, una mujer con una gran fortaleza, habló y contó con detalles los tormentos que sufrió y las vejaciones a las que fue sometida mientras estuvo detenida en las oficinas del DIP. Esta mujer era hija de un enfermero que trabajaba para Casa de Gobierno.

Secuestro
Alcira fue detenida cuando tenía 17 años. Era una joven estudiante a la que le gustaba el trabajo social y, en ese entonces, realizaba una loable tarea cuando brindaba ayuda a los más necesitados que habían sufrido las consecuencias de la inundación. “Parece ser que a un grupo de personas le molestó que yo hiciera eso”, recordó Chávez. “La noche del 21 de enero llegaba a casa y fui abordada por Ramiro López, Tomás Garbi y Juan Bustamante”, contó Alcira.

Con lágrimas en los ojos y una voz quebrada, recordó que Francisco “Paco” Laitán “le tocó los pechos”. “Luego me pasaron a un cuarto y pusieron un reflector delante de mi. Un señor se acercó y me preguntó en qué andaba. Si leía las revistas El Combatiente y Estrella Roja”, confesó. Durante su detención sufrió diferentes clases de torturas. “Me golpeaban en los oídos y la cabeza estallaba. Me di cuenta de que era Ramiro López y esa era su especialidad en las torturas”, dijo.

En medio del testimonio recordó que Musa Azar le pegó una cachetada “que hasta el día de hoy me duele”, indicó.

Alcira volvió a quebrarse cuando recordó que la habían destinado a un sótano del DIP, “pensé que estaba aliviada, pero, lamentablemente, no fue así”. Con su voz destruida dijo: “En el sótano fui abusada sexualmente por el repugnante “Paco” Laitán. Yo gritaba, pero nadie me escuchaba”.

 Mientras Chávez confesaba semejante atrocidad, Laitán sólo se limitó a bajar la mirada, en dirección al piso, y no emitió ningún tipo de gesto.

 La ex presa política también lo llamó “cobarde” porque “regresaba cuando tenía los ojos vendados”. “Hasta el día de hoy siento la transpiración y el perfume repugnante que tenía (Laitán) esa noche”.

En noviembre del año 76 fue trasladada al Penal de Villa Devoto, provincia de Buenos Aires, donde permaneció detenida hasta el año 81, donde recuperó la libertad.

La testigo víctima pidió perdón a sus hijos que estaban presentes en la sala de audiencias, en el cuarto piso de Tribunales de la provincia, por haber revelado el macabro episodio que sufrió a manos del ex policía Laitán y que su familia no conocía. 
La mujer, quien expresó el profundo amor por sus hijos, remarcó que con su testimonio esperaba que se haga justicia, para que las “injusticias que cometieron (los acusados) no vuelvan a ocurrir”. También cargó contra las autoridades judiciales de aquel entonces y cuestionó que algunos imputados hayan formado parte de la Policía al retorno de la democracia.

viernes, 11 de mayo de 2012

Revelan que el predio militar de Santo Domingo fue utilizado como centro clandestino de detención

El ex agente de policía detalló que sabía que “camiones del Ejército llevaban bolsas de cal y tambores de gasoil” al predio y añadió “que en los dormitorios, los detenidos escribían sus nombres en las paredes”.
Revelan que el predio militar de Santo Domingo fue utilizado como centro clandestino de detencion
IMPUTADO. Bustamante está acusado por los delitos de "privación ilegítima de la libertad, torturas y tormentos".
ADEMAS
 Para Rodríguez, que Bustamante intente despegar a Azar Curi "desmerece su voluntad de declarar"

 "Aquí hay un pacto de silencio entre todos y la cabeza es Musa"
 "Creemos que tiene más información, esperemos que la aporte en el proceso"
En la tercera audiencia del juicio de la Megacausa por delitos de lesa humanidad a 44 personas que se lleva adelante en los Tribunales de Santiago del Estero, el ex agente de policía Juan Bustamante reveló que el predio militar de Santo Domingo fue utilizado como centro clandestino de detención. El ex miembro de la fuerza de seguridad local, fue el primero de los imputados en prestar declaración durante la tercera audiencia desarrollada en el auditorio del Palacio de Tribunales.

En su extensa declaración, Bustamante denunció que uno de los principales centros clandestinos de detención “funcionaba en la localidad de Santo Domingo”, el campo de adiestramiento militar abandonado distante a 25 kilómetros de la capital santiagueña.
Consultado sobre si conocía el destino que tuvieron los detenidos, el ex policía señaló que “los conscriptos de esa época nos comentaban que camiones del Ejército solían llevar bolsas de cal y tambores de gasoil; ustedes saquen sus propias conclusiones” y describió que “en los dormitorios, los detenidos escribían sus nombres en las paredes”.
El ex policía recordó que “el lugar también fue visitado por Bussi y Menéndez y allí deberían realizarse excavaciones y citar a soldados que estuvieron ahí a partir de 1976”.
Asimismo añadió que “dos veces al año, Bussi, Menéndez y Sánchez se reunían en el Batallón de Ingenieros de Combate 141 y se disputaban el poder ante el presidente (Jorge Rafael) Videla de acuerdo al que tenía la mayor cantidad de prisioneros”.

Brazo ejecutor
En otro tramo de su testimonio, que fue incorporado a la causa, Bustamante responsabilizó a militares del Ejército Argentino de ser el “brazo ejecutor” que tenía Domingo Bussi en Santiago del Estero.
Bustamente se dirigió a Héctor Carabajal, uno de los abogados querellantes e hijo de uno de los desaparecidos, al sostener que “si supiera de alguna pista se lo diría doctor, porque a mí me gustaría que todos tuviesen un lugar al que puedan visitar sus familiares”.
Por último Bustamante solicitó resguardo para su vida y la de sus familiares, debido que “a partir de hoy corren peligro”, a lo que el tribunal accedió.
Más declaraciones

El subjefe de la Dirección de Información Provincial de Santiago del Estero (DIP), Miguel Tomás Garbi, señaló “la policía estuvo subordinada al Ejército”.
Tras detallar algunos hechos policiales de la época que los relacionó a las diferencias entre Bussi y el gobierno de turno, Garbi acusó al Ejército de ser “los responsables de las desapariciones y secuestros ocurridos en Santiago”.

Por su parte, el oficial Ramiro López Velloso confirmó las declaraciones de Bustamante y Garbi y dijo que “en Santiago no hubo abortos ni niños desaparecidos, tampoco se removió las entrañas de los padres, hermanos e hijos de los desaparecidos”.
Los restantes imputados, Carlos Capella, Rolando Salvatierra, Eduardo Bautista Baudano y José Gregorio Brao, que llegaron a juicio gozando del beneficio de libertad, se negaron a prestar declaración. Idéntica actitud asumieron Musa Azar Curi, Francisco Antonio Laitán y Jorge D`Amico.

Las audiencias seguirán la próxima semana, para el martes a las 10 de la mañana, se esperan los testimonios de parte de los más de 200 testigos con que cuenta la causa.

jueves, 10 de mayo de 2012

Los nombres de jueces y militares

Habló un represor acusado en Santiago del Estero
El ex agente de policía Juan Bustamante acusó a ex militares y jueces de la última dictadura y reveló que el predio militar de Santo Domingo fue utilizado como centro clandestino de detención, en la tercera audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad a 44 personas que se lleva adelante en los Tribunales de Santiago del Estero. Bustamante, uno de los 10 agentes de policía acusados que accedió a declarar, señaló que “el dueño de la vida y la muerte era el mayor Leopoldo Sánchez, el brazo ejecutor de Antonio Bussi”, que era jefe mayor del Ejército en Tucumán. En la misma causa, el tribunal ordenó el secuestro de un auto Ford Falcon verde que se habría utilizado para trasladar a detenidos durante la última dictadura y que estaba abandonado en un predio céntrico de la capital santiagueña.

Durante la declaración, Bustamante, quien durante la última dictadura realizaba informes de inteligencia de calle, reveló también otros nombres de militares y jueces de la última dictadura militar que a su criterio “hoy deberían estar en el banquillo de los acusados y no están”: “Sánchez dirigía los operativos, traía de Tucumán el listado de las personas que debían secuestrar y procedía a su traslado, juntamente con los entonces militares Llavier, Arce, Julián, Correa Aldana, Tomo y D’Amico”, añadió.

Asimismo indicó que los ex jueces Santiago Grand, Arturo Liendo Roca, Eduardo López (actual camarista federal), Santiago Olmedo (integró el tribunal en el caso María Soledad Morales, en Catamarca) y Lorna Hernández “tenían pleno conocimiento de lo que ocurría e incluso estaban en los interrogatorios de los detenidos”. 

El Falcon patente G 010.831, que el ex policía Juan Bustamante, uno de los 10 acusados por la desaparición de 44 personas, indicó como el vehículo que utilizaban las Fuerzas Armadas para secuestrar y trasladar a Tucumán a desaparecidos, antes y durante el golpe militar de 1976 se encontraba abandonado en un viejo galpón con techos de chapa de zinc, ubicado en la céntrica calle Perú 123, en la capital provincial.

La presidenta del máximo tribunal, Graciela Fernández Vecino, aceptó el pedido de las querellas, con adhesión de los abogados defensores de los represores imputados, de requerir informes para determinar la propiedad del rodado y el galpón del en el que se encontraba guardado.

Recientemente, el juez federal de Bahía Blanca Eduardo Tentoni secuestró 43 Ford Falcon y un Chevy (foto) que habrían sido utilizados durante la última dictadura militar para el secuestro de personas estaban en galpones de la Subjefatura Intendencia de la Base Naval Puerto Belgrano.


“Esta sala tendría que estar llena de imputados y únicamente estamos los que elaborábamos informes callejeros”, señaló.

martes, 8 de mayo de 2012

Relatos de los sobrevientes

 PEDRO RAMÍREZ

Pedro Ramírez, director de Cultura de la comuna bandeña, refirió los hechos que lo tuvieron como protagonista, los que sucedieron cuando tenía 17 años. Fue secuestrado por Garbi y otras dos personas desde su domicilio y conducido en un Chevrolet de techo vinílico color gris hasta la Side para ser interrogado. Señaló a Musa Azar Curi, Ramiro López Veloso y Tomás Garbi como los que sacaban a detenidos para golpearlos. Esto sucedía en el año 75. Indicó que, más tarde, con el golpe de Estado se produjeron más detenciones, entre ellas las de Cecilio Kamenetzky y Mario Giribaldi.
Refirió su periplo por las unidades penales de La Plata, Sierra Chica, Caseros y Córdoba, donde se encontraban bajo la dependencia del 3° Cuerpo de Ejército, dominada por el “chacal Menéndez”, que así se hacía éste llamar.
“¿Qué delitos cometí? Era militante de la Juventud Guevarista, dirigente del Centro de Estudiantes de la Normal. Participé en la organización de una Coordinadora de centros de estudiantes secundarios. Pusimos dos centros de alfabetización en el barrio Cáceres y en el 8 de Abril. Luchábamos por la creación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Esos fueron nuestros delitos. Mantengo el mismo pensamiento que entonces. La solidaridad social como principio. ¡Es increíble que jóvenes como Cecilio (por Kamenetzky) hayan sido asesinados por esto!”, cuestionó el escultor.
“Nosotros apenas descendimos unos peldaños, mientras que Cecilio y Giribaldi descendieron al infierno de la tortura y de la muerte. Me levanto alegremente todas las mañanas, dispuesto a construir un mundo mejor. Tengo las manos limpias. No manchadas de sangre”, relató Ramírez.
“Los imputados y sus abogados tienen la tranquilidad de poder ejercer su defensa con todas las garantías como no las tuvimos nosotros en su momento, y esto forma parte de nuestra lucha. ¡Me enorgullezco de pertenecer al grupo de gente que hizo posible esto!”, expresó.

LUIS GARAY


Luis Garay, quien se desempeña al frente del Instituto Espacio de la Memoria brindó detalles de los castigos físicos que vivió durante la dictadura militar.
Contó que al momento de ser detenido trabajaba en el Colegio de Médicos, lugar desde el cual las fuerzas policiales lo retiran con la excusa de que debía reconocer un cadáver, pero lo conducen hasta la sede de la Side santiagueña. “Me tiran al suelo, me vendan y me agarran a patadas. Después me suben al baño, mirando a la pared me ponen las esposas y comienzan lo que ellos llamaban el ‘submarino’, es decir, nos metían la cabeza debajo del agua hasta lo máximo que pudiésemos aguantar y nos pedían datos de personas que ya habían sido detenidos”, dijo el testigo víctima.
Garay sostuvo que en una de las “zambullidas” se le bajó la venda que tapaban sus ojos, y que pudo reconocer a Musa Azar Curi, Ramiro López, Tomás Garbi, Juan Bustamante y otras dos personas con tonada porteña. “En aquel momento yo realizaba reuniones con otros estudiantes y ya se comentaba y sabíamos quiénes trabajaban para la policía”, reveló.
Otra de las humillaciones que Garay tuvo que soportar durante su cautiverio: fue cuando lo obligaban a bañarse en invierno -con 7º bajo cero- con agua fría. “Nos daban uno de esos jabones para lavar la ropa y nos exigían que nos bañemos hasta que lo gastásemos”, figuró.
Luego, Luis Garay corroboró en carne propia el sistema de torturas de la Unidad 9 en La Plata, en la que estuvo recluido desde noviembre de 1976 hasta finales del 79. “El trato era pésimo, la Unidad 9 era considerada como una de las cárceles más terribles del régimen que se estableció durante ese período. Se caminaba con las manos atrás, con la cabeza gacha, no había que mirar al rostro a los guardias y oficiales. Las requisas cada tanto, eran violentas, se golpeaba mucho en los calabozos de castigo, directamente se torturaba”, describió.
Garay -que integró la categoría de irrecuperables- dijo que los castigos físicos eran golpes de puño, patadas, y también se refirió al método sádico de “los golpes en las plantas de los pies, que repercutían en todo el cuerpo porque se producía como electricidad”. Y denunció: “Hay compañeros que fueron muertos como producto de esos golpes. Después dijeron que se habían ahorcado, pero nosotros sabemos que era producto de esas golpizas”.

CRISTINA TORRES

Cristina Torres, ex presa política y presidenta de la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia fue secuestrada desde el domicilio familiar el 30 de enero de 1975, por Musa Azar Curi, Ramiro López Veloso y Tomás Garbi, ex policías que fueron condenados a prisión perpetua en cárcel común por el crimen de Cecilio Kamenetzky (en el primer juicio por delitos de lesa humanidad en Santiago); y otro policía de apellido Marino. Contó que durante su secuestro fue sometida a torturas y vejámenes durante varios días, como consecuencia de las cuales se malogró un incipiente embarazo. Recordó que a partir de octubre del 75 el régimen de detención se endureció sensiblemente, restringiéndose las visitas.
“Cuando se produce el golpe del 76 empiezan a llegar muchas otras mujeres detenidas, que daban cuenta de las torturas a que eran sometidas... Por momentos quería morir -dijo- a la vez quería vivir para poder contar lo que estaba sucediendo”. Reveló además que cuando fue sometida a vejámenes no pudo reconocer al autor.
Señaló que en agosto del 76 la sacan del Penal y la llevaron nuevamente a la Side, donde “empieza otra vez el horror de la tortura” y que allí le mostraron a Mario Giribaldi (desaparecido) en un estado que apenas podía mantenerse en pie, tobillos y muñecas muy lastimados, sin pestañas ni cejas. También ve a Cecilio Kamenetzky que esperaba para ser llevado al Penal.
“Nunca imaginé que lo sucedido pudiera ser hecho por seres humanos. Fui detenida en el 75 a la edad de 22 años. Todos los que tenemos alrededor de 50 años sabíamos que América latina vivía una situación de ebullición política. En mi casa esto se discutía. Eran el pan de cada día los debates sobre la situación que vivía el país. Adherí al Partido Revolucionario de los Trabajadores, por adherir al sueño de un país más justo, más equitativo. Esto me costó 7 años de cárcel más un año de libertad vigilada, más las situaciones traumáticas que tuvo que pasar toda mi familia.”

CARLOS LÓPEZ


Carlos López, actual vicerrector de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, estuvo detenido en 1974 y en 1975.
López reveló que durante su detención en la cárcel conoció a Cecilio Kamenetzky. “He podido intercambiar pocas palabras con él, lo tradicional, además de los tratos a los que éramos sometidos por parte de los represores”, contó.
López manifestó que está convencido de que “los que me atormentaron a mí, son los mismos que atormentaron a Cecilio también, ¿cómo voy a pensar que fueron otras personas?”, se preguntó y añadió que “éste ha sido un plan sistemático de aniquilación de opositores al régimen de gobierno”.
La autoridad académica dijo que no guarda sentimientos de venganza, dado que nunca hizo nada a pesar de habérselos cruzado a sus torturadores en la calle en muchas ocasiones. “Mi aporte es para que la madre de Cecilio y su hermana derramen sus últimas lágrimas y para que los responsables paguen con su culpa; a la Argentina le hace falta restañar esas heridas”, expresó.

LUIS ÁVILA OTRERA


Luis Ávila Otrera, sindicalista bancario, fue detenido el 24 de junio de 1976. Contó que durante su detención, mientras lo golpeaban y lo obligaban a firmar una declaración armada, Tomás Garbi hizo pasar a la sala a alguien al que trataba de “doctor” al que le decía: “Mire, pide la intervención de un juez, no sabe cómo le va ir”, y mientras se retiraba el personaje al que identificó “por su olor a perfume”, el ex policía condenado a prisión perpetua por el crimen de Cecilio Kamenetzky le expresó: “Te das cuenta que somos los dueños de la vida y de la muerte de todos ustedes…”.
El testigo, que se desempeñaba al momento de su detención como bancario, relató también a los tormentos a los que fue sometido por parte de los represores. “La primera vez me llevaron a la DIP, me desnudaron, me acostaron en una cama elástica y me agarraron con la picana eléctrica hasta que quedé inconsciente, con el tiempo me enteré que en realidad me había agarrado un paro cardíaco”, declaró.
Luego de ello Ávila Otrera se despertó en una habitación junto a otros presos, quienes se lamentaban la manera en la que había sido tratado por parte de los policías. “En ese momento los quise más que nunca a mis compañeros por ese acto de solidaridad, porque ellos estaban más golpeados que yo; eso me dio fortaleza para seguir adelante”, señaló el testigo.
Durante su cautiverio, Ávila Otrera denunció que los policías que trabajan en los grupos de tareas a cargo de Musa Azar Curi, se apropiaron de un automóvil, una biblioteca entera y una máquina fotográfica, entre otros objetos de valor que le pertenecían.

Grupo III: Desapariciones forzadas durante la dictadura

GRUPO III

MARTA AZUCENA CASTILLO

Marta Azucena Castillo trabajaba en el IPVU, hasta que en el año 1975 fue cesanteada por el gobierno. Siguió trabajando como docente, prestando servicios en la Escuela del Aibal, departamento Figueroa, hasta diciembre de 1976.
En ese momento el IPVU llamó a concurso para cubrir el cargo que había ocupado, Castillo se presentó y ganó, pero no fue contratada, por cuanto los informes requeridos a la Policía de la Provincia, por la Secretaría Técnica del Área Social del IPVU, fueron desfavorables, señalando a Marta Castillo como presunto “correo” de un grupo extremista.
El 7 de febrero de 1977, fue secuestrada. En abril del mismo año estuvo detenida en el centro clandestino de detención Arsenal Miguel de Azcuenaga, en Tucumán. Y a fin de 1977 estuvo alojada en el Penal de Mujeres de Santiago del Estero.

HUGO MILCIADES CONCHA

En el año 1975 Hugo Milciades Concha López estudiaba Ingeniería en una universidad local, y trabajaba en la Dirección de Cooperativas de la Provincia. No tenía militancia política. Ese año es convocado al servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros de Combate 141 con asiento en Santiago del Estero. Fue llevado a Tucumán al Operativo Independencia por dos meses, donde se negó a formar parte de un grupo de inteligencia en la lucha contra la subversión.
Luego de unos días de licencia, el 17 de mayo de 1976, a las 6.30 se dirige al Batallón para presentarse a trabajar donde fue interceptado. Comenzó a luchar y a pedir auxilio, hasta ser finalmente introducido dentro del vehículo.
En el mes de octubre de 1976, fue visto en un centro clandestino de Tucumán.

DARDO EXEQUIEL ARIAS


El día 20 de octubre del año 1976, a las 7.30 Dardo Arias abandona su domicilio rumbo a su lugar de trabajo, una carpintería donde hacía trabajos de herrería artística, ubicada en calle Sarmiento y Primer Pasaje de Villa Constantina en la ciudad capital. En la esquina de calle San Martín y Sebastián Ábalos, Arias fue encerrado por dos automóviles. Las seis personas que iban a bordo de ellos, se bajaron, lo golpearon y lo introdujeron a empujones en uno de los autos partiendo a toda velocidad por calle San Martín.
A pesar de los gestiones realizadas por la esposa de Arias, Ángela Pérez, ante la Seccional Cuarta de la Policía Provincial y ante la DIP, donde se entrevistó con Musa Azar Curi quien le negó que allí se encontrara. También acudió al Batallón 141, cuyo jefe, Correa Aldana, negó tenerlo detenido.

ABDALA AUAD

El día 18 de marzo de 1.977 el Dr. Abdala Auad, salió de su domicilio para reunirse con un sobrino, pero fue interceptado en la calle Buenos Aires al 400, por un automóvil Peugeot color rojo, y dos personas se introdujeron en su coche, continuando con él el viaje.
Horas más tarde su automóvil fue encontrado en la estación de servicio Saavedra.
Dicho operativo fue planificado por Musa Azar Curi y López Veloso, entre otros. Auad estuvo detenido en una finca del paraje denominado “La Darsena”, en el departamento de La Banda, propiedad de Francisco Laitán, en donde fue torturado por Roberto Díaz, entre otros.

ROBERTO BUGATTI

El ingeniero Roberto Bugatti trabajaba en Agua y Energía, Delegación Santiago del Estero. En julio de 1976 fue trasladado para cumplir funciones en Catamarca como Intendente de Riego, radicándose en Las Pirquitas.
El viernes 22 de octubre de 1976, fue secuestrado desde la casa de un matrimonio amigo en la mencionada localidad. Los cuatro secuestradores se movilizaban en un automóvil Opel. Uno de ellos era Ramiro López Veloso.
Dijeron ser policías y se encontraban armados con pistolas; al matrimonio Nigro lo encerraron en una habitación y se llevaron al ingeniero Bugatti con rumbo desconocido.

HÉCTOR RUBÉN CARABAJAL


El 24 de diciembre de 1976, alrededor de las 20, Héctor Rubén Carabajal salió de su domicilio ubicado en el barrio Jorge Newbery de la capital, con destino a la iglesia La Inmaculada, a bordo de una motocicleta. La casa se encontraba vigilada por dos vehículos, desde un mes antes del secuestro, un Fiat 128 o similar, color blanco, sin chapa patente, que solía estar estacionado en las dependencias del SIDE, y otro marca Dodge con vidrios oscuros. Ambos autos el día del hecho salieron detrás de la motocicleta de Carabajal. A bordo de uno de ellos se encontraba Ramiro López Veloso. Carabajal nunca llegó a la iglesia. El 31 de diciembre del mismo año, la Seccional Quinta de la Policía comunica a la familia Carabajal, la aparición de la motocicleta y la camisa de Héctor Rubén, en la zona de la Boca de Tigre, en el canal de San Martín.

DANIEL ENRIQUE DICCHIARA


El 9 de agosto de 1976, a las 16, Daniel Enrique Dicchiara, fue interceptado en la calle Avellaneda a la altura del Teatro 25 de Mayo, e introducido por la fuerza en un automóvil, mientras transitaba en dirección a su lugar de trabajo.
Fue llevado al DIP donde estuvo en contacto con otros secuestrados a quienes les dijo que había sido torturado y les pidió que avisen a su familia en el lugar que se encontraba. Allí permaneció hasta fines de agosto, cuando una madrugada, Ramiro López Veloso y el subcomisario Garbi, entre otros, procedieron a retirarlo del lugar junto a otro hombre de nacionalidad paraguaya. Ambos detenidos se quejaron por las ataduras de alambre que les habían hecho en las manos.

MARIO ALEJANDRO GIRIBALDI


Mario Alejandro Giribaldi, fue detenido en dos oportunidades. El 7 de abril de 1976 fue sacado de su domicilio, en la ciudad capital por el subjefe del DIP, Tomas Garbi, quien iba acompañado por personal de la Policía y del Ejército.
Giribaldi fue trasladado a la DIP donde estuvo incomunicado y fue torturado durante 23 días. Recuperó su libertad el 30 de abril del mismo año.
La segunda detención se produjo el 9 de mayo de 1976, también por agentes del DIP y efectivos del Ejército. Fue llevado a un centro clandestino de detención en la provincia de Tucumán, de donde regresó en un estado físico lamentable. Fue nuevamente trasladado a la DIP, en donde fue mostrado a otros detenidos como prueba de lo que les podían hacer. Estaba en muy malas condiciones físicas por los tormentos recibidos.
Fue alojado en el Penal de Varones, donde permaneció durante los 10 días. Allí estuvo con otros detenidos, a quienes les relató lo que había vivido y les mencionó a los santiagueños qué había visto en Tucumán. Luego fue retirado del Penal y llevado a la DIP, junto a Cecilio Kamenetzky. El 13 de noviembre de 1976, fecha en que se produce el supuesto “intento de fuga” donde Kamenetzky es asesinado, Giribaldi supuestamente logra escapar.

MIGUEL ÁNGEL LEMA AGUIAR


Miguel Ángel Lema Aguiar, de nacionalidad uruguaya, fue secuestrado en agosto de 1979, cuando caminaba con su concubina, Rosa Lucía Ibarra, y su hija, Romina Paula, por la Plaza Libertad. Fueron interceptados por dos oficiales de la Policía de la Provincia y conducidos a la Seccional 1ª. Dos horas más tarde, Ibarra y la menor recuperan la libertad, y Lema quedó allí detenido por averiguación de antecedentes.
Días más tarde, Ibarra se dirigió a una dependencia policial en Perú y Alvear y vio bajar de una camioneta a Lema, esposado y con la cara descubierta, a quien introdujeron en dicho edificio.

GUILLERMO AUGUSTO MIGUEL


El 23 de noviembre de 1976, a las 20.45, mientras Miguel se trasladaba en un automóvil Peugeot por la calle Sargento Cabral, fue interceptado por dos vehículos, a metros de su casa. Fue obligado a bajar de su vehículo e introducido por la fuerza en uno de los autos de los captores. En el operativo participaron varias personas, pero fueron identificados Musa Azar Curi, Miguel Tomás Garbi, Francisco Laitán, Ramiro del Valle López Veloso y Juan Felipe Bustamante.
Guillermo Miguel estuvo en cautiverio en la Jefatura de Policía de la Provincia de Tucumán.

SANTIAGO AUGUSTO DÍAZ


El 15 de septiembre de 1976, alrededor de las 22, en la esquina de Perú y Pellegrini, fue interceptado por un grupo de hombres, entre 7 u 8, vestidos de civil, todos jóvenes. Quienes introdujeron de manera violenta a Díaz en un automóvil Peugeot de color rojo, que se encontraba allí estacionado.
Díaz fue trasladado a la DIP, y luego al centro clandestino del Arsenal Miguel de Azcuénaga, de la provincia de Tucumán. Lugar en el que permaneció al menos hasta la segunda quincena de mayo o primera de junio de 1977.

JULIO CÉSAR SALOMÓN


En la madrugada del 24 de marzo de 1976, alrededor de 50 personas pertenecientes a las fuerzas del DIP y Comando Radioeléctrico, irrumpieron en el domicilio de la familia Salomón. El operativo era dirigido por Musa Azar Curi. Garbi ingresó a la vivienda y propinó golpes a sus ocupantes; participaron Manuel García y el oficial Baudano, entre otros.
Julio César fue fuertemente golpeado y fue detenido al igual que toda la familia, a excepción de una empleada doméstica y del padre de Salomón. Musa Azar Curi negó que Julio César estuviera detenido en la DIP, quien sí estaba en ese lugar, en donde fue torturado durante cinco o seis días, hasta producirse su muerte.

Grupo II : Secuestros y torturas antes del golpe de Estado

GRUPO II

RAMÓN HORACIO AGUILAR

Aguilar era soldado conscripto que estaba cumpliendo el servicio militar en el predio del Ejército denominado Santo Domingo. El 5 de febrero del año 1975 fue trasladado desde Santo Domingo hacia Fronterita en la provincia de Tucumán. Una vez allí permaneció un día, al día siguiente fue trasladado a los cerros y permaneció allí por espacio de 25 días. Una vez en Fronterita le fue quitado todo el armamento y correaje y fue trasladado esposado a la comisaría de Faimallá. De allí fue llevado al Batallón de Ingenieros en Santiago del Estero donde fue recibido por el teniente Julián con golpes e insultos. Estando en el Batallón fueron a buscarlo tres personas en un vehículo Chevrolet, y fue conducido a la Side. Allí era habitualmente custodiado por una persona que le decían “QTH”, quien tenía la costumbre de apoyarle la pistola en la sien y hacerle disparos sin municiones. En el Side permaneció 36 días en calidad de incomunicado, hasta que regresó al Batallón.
Una vez en el Batallón fue tratado con absoluta indiferencia, le encomendaban hacer tareas inferiores y estaba aislado del resto de los soldados, hasta que a fines de abril de 1975 le otorgaron la baja.


JULIO DIONISIO ARIAS

Julio Arias, sargento del Ejército, integrante de la Juventud Peronista, fue detenido ilegalmente el 19 de noviembre de 1975. Una patrulla conformada por integrantes del Ejército y de la Policía, entraron en el domicilio de Arias con toda violencia, portando armas largas y cortas. En esa oportunidad preguntaron por el hermano, Pedro Pablo Arias, también integrante de la Juventud Peronista. En un despliegue de lo más brutal, desordenaron la casa, ocasionaron roturas y amedrentaron a todos los moradores. Sacaron a culatazos de la cama, en paños menores a Pedro Pablo Arias y al cuñado, Néstor Roberto Tarano. Les vendaron los ojos y los ataron, amenazando de muerte a todos. Posteriormente los trasladaron en tres vehículos. Julio Arias fue introducido en el auto que conducían efectivos militares quienes lo llevaron al Batallón 141 y lo alojaron en una compañía, sección Destinos, donde se encontraban otros presos los cuales estaban vendados y maniatados. Luego de estar detenido dos años y medio en el Batallón 141, Arias fue trasladado a la prisión de Magdalena. En el penal de Magdalena permaneció casi año y de allí fue llevado a “Campo de la Rivera” en la provincia de Córdoba, donde fue juzgado por un Consejo de Guerra. Finalmente recuperó su libertad el 19 de marzo de 1981.


GUSTAVO ADOLFO BARRAZA

El 13 de febrero de 1975, en horas de la madrugada Bustamante, Trejo, Sayago y Capella, entre otros, secuestraron a Gustavo Adolfo Barraza y a su esposa, Noemí Raquel Moreno, del edificio Sherage, en Avellaneda e Independencia 2º piso. Luego del secuestro fueron trasladados al DIP. Cabe resaltar que Barraza y Moreno militaban en la Juventud Peronista. A su vez, el padre de Noemí Moreno, Ramón Enrique Moreno, había sido electo senador nacional.
Al arribar al DIP o Side, Barraza tuvo una entrevista con Musa Azar Curi quien le informó que -tanto él como su esposa -iban a permanecer detenidos hasta que se averiguaran sus antecedentes. En la Side reconoció a Garbi, Bustamante, Brao, Capella, Ramiro López Veloso, Luis Barbieri que era el segundo de Musa Azar Curi, una chica de apellido Carrera ( Myriam, que fue testigo clave en el juicio Kamenetzky), Nemesio Leguizamón que le decían el “Flaco Legui”, Sayah Correa, Oscar Nis, Noli García, Obed, Dido Andrade, Eduardo Baudano y Barraza. Garbi y Bustamante hacían lo que llamaban “ambientales”, esto es, seguimientos de personas o casas, datos que escribían en papeles y dejaban en el despacho de Musa Azar Curi.
El 26 de febrero de 1975, Barraza prestó declaración indagatoria ante el juez federal Santiago Conte Grand, donde ratificó sus dichos ante la instrucción policial. El 25 de febrero fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. El 12 de junio de 1975 la Policía Federal informó al juez Grand que el matrimonio Barraza – Moreno, por resolución del Ministerio del Interior, quedaba en libertad.
A fines diciembre de 1975, Barraza fue detenido nuevamente de su lugar de trabajo por Bustamante y personal de la Side. En esta oportunidad, fue llevado al Batallón de Ingenieros de Combate 141, donde permaneció detenido por el lapso de 15 días. Una vez en libertad fue obligado a “reportarse” todos los viernes durante un año.

WALTER BELLIDO

Fue detenido en tres oportunidades. La primera detención se llevó a cabo el 1 de julio de 1975 en la ex terminal de ómnibus de La Banda por Ramiro López Veloso y personal civil de la policía. Fue trasladado en un móvil en donde ya estaba detenido Félix Daniel López Saracco (desaparecido) y ambos son llevados al DIP, donde fueron interrogados por Miguel Garbi y Musa Azar Curi. Durante esa detención sufrió torturas de tipo psicológico como amenazas de muerte de sus familiares, fue apuntado con armas en la cabeza y amenazado con ser eliminado.
La segunda detención se produjo el 7 de febrero de 1976 cuando fue secuestrado del domicilio paterno en La Banda, por Roberto Díaz y Miguel González en un Peugeot 504 de color amarillo. En el auto estaba Ramiro López Veloso. Bellido fue trasladado a la Escuela de Policía donde permaneció detenido con Margarita Urtubey y Félix Daniel López Saracco.
La tercera detención se produjo en Córdoba donde estaba estudiando medicina. Una vez fue trasladado a Santiago del Estero donde permaneció desde el 5 de abril de 1976 a diciembre de 1978, en la Alcaidía de Tribunales, y a pesar de que estaba a disposición de la Justicia Federal, Musa Azar Curi lo sacaba y trasladaba a la Side para torturarlo.

RODOLFO EDUARDO BIANCHI

El 10 de junio de 1975 Rodolfo Eduardo Bianchi fue detenido en su domicilio sito en la calle Independencia 372, por Oscar Nis alias “el boxeador” y por otras personas por averiguación de antecedentes. Lo llevaron a la ribera del río Dulce donde entre amenazas le hicieron un simulacro de fusilamiento y lo golpearon con las armas. Luego fue llevado al DIP donde fue torturado por Musa Azar Curi, Ramiro López, Garbi y Oscar Nis. En una oportunidad le pusieron dos cables en los testículos e hicieron funcionar un aparatito, haciéndole creer que le iban a dar picana, lo que no ocurrió. En forma permanente Ramiro López Veloso le golpeaba los oídos, lo que se llamaba el “teléfono”. Lo llevaron al baño, al lado del cuarto de torturas, López Veloso y Garbi lo introdujeron en una bañadera con agua y ácido que le hacía arder la cara.
Luego de ello lo llevaron a una seccional que estaba en Juncal y Belgrano, donde permaneció dos días. Luego fue trasladado nuevamente a la misma seccional del barrio Belgrano, donde pasó dos días más, pero ya en calidad de comunicado, oportunidad en que su familia se enteró de su paradero.
Posteriormente fue trasladado al Penal de Varones y luego al penal de La Plata, donde quedó privado de su libertad hasta el mes de julio del año 1982.

MARIO ROBERTO BRAVO

El 15 de enero de 1975 a las 2 de la madrugada Juan Bustamante, “Jashulo” Silva y otro agente uniformado detuvieron a Mario Roberto Bravo – junto a Mario Molinillo y Dante Rubén Barraza- en la plaza Libertad. En un primer momento Bravo fue llevado a la Jefatura de Policía donde fue demorado durante una hora y media y a pesar que solicitó ser anotado en el libro de ingreso de detenidos, no fue registrado.
Luego de ello, fue trasladado a la SIDE de la calle Belgrano y Alsina. En ese lugar fue recibido por el “Pelado” Herrera y tres personas más vestidas de civil que estaban armadas. Fue conducido hacia un patio interior y fue dejado ahí parado, mirando la pared durante dos días, sin dormir, custodiado por gente con ametralladoras. En ese lapso su casa fue allanada. El operativo estuvo a cargo de Garbi.
Durante su cautiverio en la Side, Ramiro López Veloso lo interrogaba mientras le golpeaba el estómago y lo torturaba psicológicamente diciéndole el nombre de sus hermanas, a qué escuelas iban y las cosas que les iban a hacer. Al cuarto día, Bravo fue llevado a una oficina donde Musa Azar Curi lo amenazó diciendo que él conocía sus actividades y a su familia y lo amenazó con volver a detenerlo y en ese momento le otorgaron la libertad.

MIGUEL ÁNGEL CAVALLÍN

El 11 de junio de 1975 a las 18, Ramiro López Veloso, Juan Bustamante y Noli García golpearon la puerta de la casa de Miguel Ángel Cavallín, pidiendo permiso para revisar el dormitorio de éste y al no encontrar nada, le pidieron que los acompañara para responder algunas preguntas.
Fue llevado al DIP donde fue conducido a la oficina del subcomisario Garbi, donde también se encontraban García, Bustamante, López y Nis. En ese momento comenzaron a golpearlo en la espalda, los riñones y el estómago por una hora. Al día siguiente Musa Azar Curi lo mandó a llamar y le dijo que “cante”, buscando que confiese que pertenecía al PRT. Más tarde lo llevaron al baño y comenzaron a golpearlo y le sumergieron la cabeza en la bañera. Las torturas siguieron por dos días más.
El 2 de julio de 1975 por decreto 1796/75 Cavallín fue informado que se encontraba a disposición del PEN y fue alojado en la cárcel de varones. En diciembre de 1975 fue trasladado a La Plata. En una oportunidad fue visitado por un funcionario judicial, ante quien denunció las torturas de las cuales había sido víctima. En 1979 el mismo personaje volvió a visitarlo y le comunicó que había sido condenado a una sentencia de tres años y dos meses. En abril le dieron la opción concreta de salir del país, lo que Cavallín hizo ese mismo mes.

ALCIRA CHÁVEZ

El 21 de enero de 1975 Laitán, Díaz y López Veloso secuestraron a Alcira Chávez en la puerta de su domicilio en un operativo donde había un Ford Falcon sin patente, un jeep amarillo y otros dos vehículos y además había gente de civil con armas largas.
Laitán y Ramiro López Veloso le pidieron el documento, ante lo cual Chávez se los exhibió. En ese momento – apuntándole a la cabeza y al cuerpo- la tomaron de los brazos y la introdujeron a un auto.
Fue llevada a la comisaría Cuarta, y luego al DIP donde fue interrogada, golpeada y víctima de vejámenes.
Posteriormente, fue llevada con Musa Azar Curi, quien la interrogó sobre sus actividades y le golpeó a mano abierta en ambas mejillas.
En los días subsiguientes, Chávez sufrió torturas y vejámenes por parte de varios integrantes del Departamento de Informaciones Policiales.
A los días fue trasladada al Penal de Mujeres y en noviembre de 1976 fue conducida junto a otras detenidas al aeropuerto donde estaba el teniente Badesich y había un gran despliegue de fuerzas militares. Fue vendada y subida al avión. La esposaron y amenazaban con tirarla a ella y a las demás personas desde el aire y arrojarles aceite caliente.
Una vez en Buenos Aires la trasladaron al penal de Villa Devoto donde permaneció detenida hasta fines de 1981.
Finalmente, fue dejada en libertad ese año, y como condición, debía presentarse cada tres días en la Side.

TOMÁS COULTER

Tomas Coulter fue detenido ilegalmente el 14 de diciembre de 1974, en Av. Roca, de la ciudad de Santiago del Estero. Lo metieron en un auto y lo condujeron a una seccional que en la actualidad no existe. Posteriormente fue llevado a la Side. En una oportunidad lo llevaron a una oficina de adelante y le comunicaron que su esposa le iba a hablar por teléfono, ahí se enteró que ella se encontraba detenida en Añatuya.
Una noche fue llevado al sótano donde López Veloso, Azar Curi y otras personas lo sometieron a una golpiza. En los últimos días de diciembre de 1974 y los primeros de enero de 1975 fue llevado al Penal de Varones. Uno de esos días fue trasladado al Juzgado Federal donde le mostraron cosas que supuestamente habían sacado de su domicilio. Luego de eso, lo trasladaron nuevamente al Penal de Varones y lo alojaron en un pabellón junto a presos comunes. Permaneció detenido hasta fines de septiembre de 1975 donde recuperó la libertad.
Una vez en libertad, Coulter regresó a Añatuya donde en diciembre de 1975 personal de la Side nuevamente lo detuvo en su domicilio. Lo llevaron con Musa Azar Curi quien lo interrogó. Ese mismo día fue dejado en libertad.

RAÚL OSVALDO CORONEL

El 14 de febrero de 1975 una comisión encabezada por Garbi secuestró y allanó el domicilio de Osvaldo Coronel quien estaba haciendo el servicio militar, en el Batallón de Ingenieros 141. Fue trasladado a la SIDE. En un momento Garbi y Musa Azar Curi lo llevaron al baño, allí fue ahogado en la bañadera repetidas veces, mientras entre dos personas lo tenían esposado. Posteriormente lo trasladaron a la Side, después a la Alcaldía de tribunales, y luego al Penal de Varones. En noviembre de 1976 fue llevado al penal de La Plata; en 1981 al Penal de Encausados de Córdoba, donde fue sometido a Tribunal Militar por el Tercer Cuerpo y condenado a 5 años de prisión. De allí fue llevado al penal de Caseros y luego nuevamente a La Plata, donde el 23 de junio de 1982 recuperó su libertad.

RAÚL FIGUEROA NIEVA

El 22 de enero de 1975 Roberto Díaz y dos personas más, secuestraron a Raúl Figueroa Nieva y lo trasladaron a las dependencias del DIP. Musa Azar Curi, López Veloso, Díaz y Baudano ingresaron a la sala donde estaba y le colocaron una venda en los ojos. Comenzaron a golpearlo en todo el cuerpo. Fue trasladado a la Escuela de Policía Coronel Lorenzo Lugones, donde siguieron las torturas y fue trasladado al Penal de Varones.
En septiembre de 1976 fue trasladado nuevamente a las dependencias del DIP, donde fue sometido a la picana eléctrica. En noviembre de 1976 fue trasladado a la Unidad 9 de La Plata, luego a la cárcel de Rawson. Finalmente fue trasladado a la cárcel de Villa Devoto donde el 18 de octubre de 1983 recuperó su libertad.

LUIS GUILLERMO GARAY

El 24 de enero de 1975 “Noli” García y Ramiro López Veloso secuestraron a Luis Guillermo Garay del Colegio de Médicos. Lo trasladaron a las dependencias de la Side de la calle Belgrano. Una vez dentro fue llevado al despacho de Musa Azar Curi donde, entre otras personas, se encontraban Bustamante, Brao y Capella, sin mediar palabra lo rodearon y comenzaron a golpearlo, y luego fue sometidos a sesiones de “submarino”. Por la noche, sufrió una nueva sesión de torturas. Al tercer día lo llevan a la Escuela de Policía, donde comenzaron a golpearlo hasta que no se pudo parar más.
Se negó a firmar la declaración que le acercó Azar Curi, y esto enojó a los represores quienes simularon una ejecución.
Tras ser trasladado a la Comisaría Sexta y el DIP, fue recluido en el Penal de Varones. El 28 de noviembre de 1976 fue conducido al aeropuerto de Santiago del Estero, donde abordó un avión junto con otros detenidos, para ser trasladado a la cárcel de La Plata donde permaneció hasta 1979, momento en el que fue trasladado a la cárcel de Caseros hasta 1982. Finalmente fue llevado a la cárcel de Rawson desde donde obtuvo la libertad a fines de ese año.

JUAN DOMINGO PERIÉ

El 22 de enero de 1975 Ramiro López y tres personas más secuestraron a Juan Domingo Perié en calle Islas Malvinas. Fue llevado al DIP donde por la noche fue torturado, le pegaron en el estómago mientras le hacían preguntas y también fue ahogado en un piletón. Durante el día lo tenían mirando la pared, esposado hacia atrás y durante la noche volvía a ser torturado. Al término de cuatro o cinco días fue llevado a un patio donde Ramiro López le dijo que él había sido uno de los que lo había torturado.
Posteriormente fue trasladado a la Escuela de Policía, y días después, al Penal de Varones donde permaneció hasta el 13 de diciembre de 1976, cuando fue llevado a la Unidad 9 de La Plata, luego fue trasladado a la Cárcel de Caseros donde permaneció dos años más. Fue nuevamente trasladado a la Unidad 9 de La Plata y por último a la Cárcel de Villa Devoto donde permaneció detenido hasta que se levantó el Estado de Sitio.

SARA ALICIA PONCE

El 11 de junio de 1975 Ramiro López y otras personas de la Side secuestraron a Sara Alicia Ponce de su lugar de trabajo en la Unse. Fue conducida a un automóvil y trasladada a la SIDE donde estuvo cinco días incomunicada. Durante su detención la mantuvieron de pie contra una pared, no se podía apoyar ni cerrar los ojos, Noli García permanecía sentado a su lado apuntándole con su arma, diciéndole que si se dormía le pegaría un tiro.
Posteriormente fue trasladada al penal de mujeres y más tarde, al penal de Villa Devoto. En el invierno de 1978, fue a visitarla un funcionario judicial, y en ese lugar le dijo que él sabía que era inocente y que los cargos en su contra, fueron obtenidos por apremios ilegales, pero como ya había estado presa tres años y dos meses, le pondría esa sentencia. Finalmente fue liberada el 27 de febrero de 1980.

PEDRO MARCOS FERNANDO RAMÍREZ

Fue detenido ilegalmente el 20 de enero de 1975 en su domicilio de la ciudad de La Banda, por una comisión policial dirigida por Miguel Garbi. Fue llevado a las dependencias del DIP. Allí Musa Azar Curi, Ramiro López y Miguel Garbi lo sometieron a interrogatorios con tormentos. Las torturas se extendieron por varios días hasta que Ramírez sufrió un paro cardíaco, circunstancia ante la cual no fue revisado por ningún médico.
Posteriormente fue trasladado al Penal de Varones. El 28 de noviembre de 1976 fue llevado al penal de La Plata.
El 13 de junio de 1977 fue trasladado a una penitenciaría en Córdoba. De allí fue trasladado nuevamente a Buenos Aires, y alojado en el penal Sierra Chica.
Posteriormente fue trasladado nuevamente al penal de La Plata. Estuvo detenido hasta el 17 de noviembre del 1981.

DARDO RUBÉN SALLOUM

Fue detenido ilegalmente en dos oportunidades. En marzo de 1975, el policía de apellido Marino, Garbi y otras cinco personas secuestraron a Salloum en Clodomira. Fue llevado a la DIP donde Garbi lo vendaba cada vez que iba a ser interrogado. Una vez torturado era llevado delante de Musa Azar Curi para ser interrogado.
Fue nuevamente detenido en un gran operativo que estuvo a cargo de Musa Azar Curi en Clodomira en 1975. Primeramente fue llevado a un lugar que Salloum no puede precisar y luego fue trasladado al Batallón de Ingenieros de Combate 141. En ese lugar fue sometido a sesiones de tortura. Luego lo llevaron al Penal de Varones. En 1976 fue trasladado a la Side donde le hicieron firmar una declaración. De allí fue llevado al Juzgado Federal a prestar declaración y fue trasladado nuevamente al penal. En 1978 recuperó la libertad.

ROSA DEL CARMEN TULLI

Rosa del Carmen Tulli fue detenida ilegalmente en julio de 1975, cuando tenía 16 años, del domicilio que compartía con Raúl Roberto Iñíguez, en el Barrio Almirante Brown, en un impresionante despliegue, por personas armadas de fusiles o ametralladores, vestidos de civil.
La tomaron por el cuello y la obligaron a subir a un jeep al igual que a su novio y actual marido Raúl Iñíguez, a quien subieron a otro automóvil.
Fue trasladada al DIP y estuvo más de una semana detenida sin comer, no la dejaban ir al baño.
Una noche la pasó en un cuarto lleno de libros y folletos, donde fue amenazada de violación por una persona vestida de civil que le remontaba la ametralladora en la sien.
Posteriormente fue trasladada al penal de mujeres hasta que le otorgaron la libertad días después.

MARGARITA URTUBEY

En la mañana del 7 de febrero de 1976, personal de la DIP, entre quienes se encontraba Ramiro López Veloso, ingresó al domicilio de Margarita Urtubey, estudiante secundaria, de 16 años. Urtubey fue trasladada a la DIP y dejada en el sótano, atada y con sus ojos vendados. En dicho lugar fue interrogada y golpeada, reconociendo a Garbi como uno de los torturadores. También pudo advertir la presencia de Musa Azar Curi en la DIP.
Luego fue trasladada a la Escuela de Policía donde también fue interrogada y sometida a torturas. El 27 de febrero de 1976 fue puesta a disposición del P.E.N. y llevada al Penal de Mujeres. En noviembre de 1976 fue trasladada al Penal de Villa Devoto, en Capital Federal, y liberada en diciembre de 1977.

GLADYS AMELIA DOMÍNGUEZ

Gladys Amelia Domínguez fue detenida ilegalmente en dos ocasiones. En la primera oportunidad, López Veloso, Leiva, García, Andrade, entre otros, detuvieron a Domínguez el 15 de julio de 1975 en la Plaza Sarmiento.
La segunda detención se produjo el 25 de febrero de 1976 en el domicilio de Domínguez. Fue llevada a la Side donde Musa Azar Curi la interrogó y luego fue trasladada al penal de mujeres y a los meses, al penal de Villa Devoto.
Durante el viaje amenazaban a las detenidas con tirarlas al río. Al cumplir dos años de detención salió en libertad.

MARÍA SUSANA HABRA

María Susana Habra fue detenida ilegalmente en dos oportunidades. La primera detención tuvo lugar el 24 de enero de 1975 cuando fue sacada de su lugar de trabajo, el Colegio de Médicos, y llevada al DIP. La segunda detención ilegal se produjo el 16 de agosto de 1975, en su domicilio. Fue llevada a la Side, donde Musa Azar Curi la interrogó. Los interrogatorios continuaron durante toda la noche. Posteriormente fue llevada al Penal de Mujeres. En noviembre de 1976 fue trasladada al penal de Villa Devoto, el 16 de agosto de 1980 recuperó su libertad.

FERNANDO NERI IBARRA

El 29 de noviembre de 1975 varias personas jóvenes, vestidas de civil acompañados por policías de la seccional de Clodomira irrumpieron en su casa. Conducido al Regimiento, días después lo llevaron a un sitio donde fue torturado.
Transcurrieron varios meses de prisión, y en julio o agosto del 1976, lo retiraron rumbo a la Side donde lo torturaron nuevamente, con golpes de puño para obligarlo a firmar una declaración. Estuvo privado de su libertad hasta el 23 de diciembre del año 1976, cuando fue liberado.

RUBÉN ANÍBAL JANTZON

En enero de 1975, Ramiro López y tres personas más secuestraron a Rubén Aníbal Jantzon de su lugar de trabajo en la oficina de Estadísticas y Censos ubicada en el Palacio de Tribunales.
Fue llevado al DIP. Al llegar a ese lugar le comunicaron que estaba detenido por actividades subversivas y fue torturado por Ramiro López, Tomás Garbi y Musa Azar Curi.
Lo trasladaron a la Escuela de Policía y luego al Penal de Varones hasta que noviembre de 1976 lo llevaron a la Unidad de La Plata. Recuperó su libertad en 1979.

CARLOS RAÚL LÓPEZ

Fue detenido ilegalmente en dos oportunidades. En agosto de 1974 Ramiro López y personal del DIP allanaron su domicilio. En el operativo había alrededor de veinte vehículos. Lo introdujeron a un automóvil y lo llevaron a la Alcaldía de Tribunales y de allí lo trasladaron con los ojos vendados a la Side. La segunda detención se produjo en enero de 1975 cuando fue a hacer un trámite en la Jefatura de Policía, de allí fue trasladado a la DIP.
Estuvo detenido en la Escuela de Policía. al Penal de Varones, a la unidad 9 de La Plata, a la Cárcel de Caseros y al penal de Rawson desde donde recuperó su libertad.

JUAN PLÁCIDO VÁZQUEZ

El 18 de marzo del 1976, a las 2, Musa Azar Curi, Juan Bustamante, Noli García, Ramiro López Veloso y Tomas Garbi irrumpieron en el domicilio de Juan Plácido Vázquez, en el barrio 8 de Abril. Lo amenazaron de muerte y lo golpearon mientras le preguntaban por Carmen Santiago Bustos, un primo suyo con quien fue llevado al DIP, donde Vásquez fue torturado todos los días de su cautiverio. Allí permaneció dos semanas.

NOEMÍ RAQUEL MORENO

El día 13 de febrero de 1975, un operativo con personas vestidas de civil y fuertemente armadas, dirigido por Tomás Garbi, ingresó al domicilio de Moreno y Gustavo Barraza. Ella fue trasladada a la DIP; donde fue interrogada y duramente golpeada, por lo que estuvo seis meses en el Hospital Regional.
El 30 de diciembre de 1975, fue nuevamente detenida, esta vez fue sacada por Garbi del local de su librería, y fue llevada al Regimiento de Ingenieros de Combate 141.
Fue puesta en libertad vigilada el 5 de enero de 1976.

MERCEDES CRISTINA TORRES

El día 30 de enero del año 1975; Musa Azar Curi, Ramiro López Veloso, Miguel Garbi y Marino, entre otros, irrumpieron violentamente en su domicilio, armados con fusiles. Fue sacada a la fuerza y llevada al edificio del DIP donde fue interrogada y brutalmente torturada por Ramiro López, Garbi y Musa Azar Curi. A raíz de los golpes sufrió la pérdida de un embarazo de 3 meses.
Estuvo detenida en la Escuela de Policía y en el Penal de Mujeres. Durante ese tiempo fue llevada al DIP donde sufrió duras sesiones de torturas.
Fue trasladada a la Unidad II de Devoto. Con fecha 22 de diciembre de 1981 le otorgan libertad vigilada, hasta que en noviembre de 1982, recupera su libertad.